Hoy entrevistamos a la nueva incorporación del ADC Malasaña Miguel Cuadrado entrenador de porteros. Nos contará su historia y como una lesión le obligó a cambiar sus planes.
Miguel comenzó jugando de portero en el equipo del colegio, a diferencia de la mayoría de los niños que querían ser delanteros, a él le llamaba la atención la singularidad, elegancia y responsabilidad de la posición de guardameta. Empezó su trayectoria en el fútbol once en un equipo de barrio, donde fue ascendiendo hasta que el Aravaca CF le dio una oportunidad de jugar en infantil división de honor, después de destacar en varias divisiones el Getafe se fijó en él, pero por infortunio del destino una lesión del ligamento posterior de la rodilla, le apartó de tener esa oportunidad de dar el salto.
Más allá de venirse abajo, se sobrepuso y tomo la decisión de no abandonar su relación con la portería, ya que comenzaría su camino como entrenador de porteros, seguiría con su sueño pero desde la parte formativa. Completó su formación en el ANEFF y tras pasar por varios equipos, a comienzos de esta temporada le llegó la oportunidad del ADC Malasaña, con el que comparte los valores y el trabajo que hace el club como herramienta de inclusión social en el barrio.
ENTREVISTA
1.¿Por qué elegiste la posición de portero?
Cuando comencé a jugar al fútbol simplemente me puse en la portería porque se me daba mejor que a mis compañeros del equipo del colegio. Pero fue después cuando le cogí el gusto, porque entendí que era una posición diferente en la que asumes más responsabilidad, más técnica y sobre todo una posición muy individual dentro del fútbol. Entonces supe que era donde quería jugar.
2. ¿Qué es lo primero que se te paso por la cabeza después de lesión?
Justo al momento de saber que estás lesionado lo primero que se te pasa por la cabeza son las preguntas comunes que todo jugador que pasa por esa situación, piensa: ¿cuánto tiempo tendré que estar quieto?, ¿podré volver a jugar al mismo nivel? Decidí que la lesión no debía hacerme decaer y me prometí a mi mismo recuperarme. Pero cuando salí de la lesión y volví a jugar me di cuenta de que ya no rendía al mismo nivel. Entonces tomé la decisión de que iba a llevar al fútbol a otro nivel personal y por eso comencé a disfrutar de este maravilloso deporte desde otro punto de vista, entrenando y enseñando.
3. ¿Qué valoras más del fútbol?
El fútbol como cualquier deporte fomenta unos valores y los del fútbol son los que más me aportan. Empezando por la aceptación e integración de tus compañeros. Segundo la empatía con tu equipo también es vital para conseguir un buen rendimiento del conjunto y por último favorece la fortaleza mental a nivel individual. Además de forma pasiva el fútbol endereza y hace que muchos jóvenes elijan el deporte y puedan desfogarse de sus preocupaciones cotidianas en el terreno de juego.
4. ¿Cómo conociste el ADC Malasaña?
Lo cierto es que siempre he estado moviéndome por los clubes del barrio. Empecé a jugar en el Celtic Castilla, por entonces el único equipo que había en el barrio. Después me fui a jugar al CD Chamberí, donde también fui entrenador de porteros. Estando en el Chamberí, al compartir campo con el ADC Malasaña me enteré que había una oferta para entrenar y decidí cambiar.
5. ¿Crees que en el fútbol se han perdido un poco los valores que el ADC Malasaña fomenta (integración, honestidad, deportividad e igualdad)?
Sin duda creo que estos se han perdido o han ido perdiendo importancia. Pienso que en España cuando dio el boom futbolístico después del mundial de 2010, fue entonces cuando la competitividad ganó lugar a los valores del deporte y empezó a ser más importante el ganar. Cuando realmente no son excluyentes, los valores y la competición. El Malasaña en cambio cree que una vez se tienen valores y se forma un equipo unido es ahí cuando se puede empezar a competir.
6. Con este aumento de competitividad en el fútbol base, en el que parece que solo importa los resultados, olvidando que son niños, ¿crees que falten más proyectos como el del Malasaña?
Creo que sería una gran idea que al menos cada club tenga varios equipos con proyectos sociales donde tratar, mediante el deporte, ayudar a los más jóvenes a integrarse en su barrio sin importar sexo, cultura o religión.
7. ¿Cuáles son los motivos que hacen del Malasaña un equipo diferente?
Sin duda alguna su iniciativa social y la intencionalidad que no solo perteneces a un equipo, sino que eres parte de una familia, que acompaña y además instruye no solo en fútbol sino en valores que son importantes tanto dentro como fuera del equipo.
8. Hemos hablado de fútbol base, pero ¿cómo lo ves realmente actualmente?
El fútbol base actual posee ya un nivel de tecnificación que requiere un sobreesfuerzo para las escuelas de barrio o más humilde para equipos competitivos-humildes. Además creo que a escala amateur, como comentaba anteriormente, se ha olvidado que las categorías más jóvenes, al menos hasta juveniles, son etapas de formación y no es bueno para ellos meter mucha presión.
9. ¿Piensas que el fútbol es una buena herramienta para la inclusión social de los más jóvenes del barrio? ¿por qué?
Creo que sin ninguna duda porque evita a los más jóvenes invertir tiempo en actividades que pueden desviarles de su camino y sobre todo que conocen a gente de su misma edad, en el barrio, de distintas culturas lo que fomenta abrir su mente y personalidad.